Para combatirlos es fundamental contar con rutinas diarias y objetivos claros

Redacción

El trabajo híbrido, la combinación de presencialidad y teletrabajo, es una fórmula que se trata de implantar en muchas empresas. Existen muchos interrogantes en torno a esta modalidad laboral que trata de mejorar la conciliación familiar y alinear al mismo tiempo los objetivos de la empresa. A la hora de asignar este formato a un trabajador o trabajadora y de aceptarlo por parte de estos es muy importante conocer, primero, los obstáculos que se pueden presentar.

Sin límites de horario y lugar

Uno de los aspectos más extendidos en torno a la parte de teletrabajo o trabajo en remoto del trabajo híbrido está en la necesidad de fijar unos horarios -que pueden flexibilizarse algún día si es preciso- y el derecho a la desconexión. La falta de límites en el tiempo, si no son advertidas, pueden ser el origen de la aparición de la ansiedad.

La autoexigencia de los trabajadores que se encuentran en este marco laboral puede llevar a mantenerse conectados casi a cualquier hora y cualquier día. En parte, esto se puede producir por la propia conciliación familiar ya que en ocasiones no se puede estar conectado para poder atender cuestiones familiares y personales y el modo de compensar suele ser eliminar los horarios fijos para dar cumplimiento a los objetivos laborales. Para autogestionarse de forma adecuada es imprescindible conocer los objetivos que se deben cumplir.

También puede suponer un inconveniente el hecho de que no existe la obligación de estar en un lugar fijo. El espacio geográfico puede variar si hay una buena conexión a internet pero si esta falla el estrés puede aparecer de forma, prácticamente, inmediata.

Algunos recursos de gran ayuda para evitar la aparición de la ansiedad es contar con una rutina diaria y no estar demasiado ocupados para descansar en algún momento. Por su parte, las compañías deben proporcionar herramientas que faciliten al trabajador tener rutinas. Una de las grandes ventajas competitivas de las estrategias empresariales es el desarrollo de rutinas. Así lo recuerdan especialistas como Ismael Sánchez-Herrera, presidente de la Asociación de Especialistas en prevención y salud laboral (Aepsal) y el Dr. en estrategia empresarial,

Aprendizaje tecnológico continuo

Si en la oficina lo habitual es contar con un equipo de soporte de IT que nos eche una mano ante las incidencias técnicas y tecnológicas... este recurso, salvo que se pueda dar en remoto, no está presente en la parte de teletrabajo del trabajo híbrido. Hay que hacer un esfuerzo de aprendizaje en nuevas tecnologías, aplicaciones y procedimientos.

Lidiar con las interrupciones

El trabajador híbrido debe lidiar con múltiples interrupciones, algunas relacionadas con el trabajo y otras que no como las redes sociales o todo tipo de notificaciones que llegan al móvil y que es difícil cortar. Las interrupciones constantes son una fuente de estrés desafiante -que requiere movilización de recursos físicos, mentales y conductuales para afrontarlo-.

La multitarea

Cumplir con las diversas obligaciones impide, con frecuencia, que el trabajador híbrido puede focalizar e ir paso a paso. Por la naturaleza del formato laboral -dar respuesta a incidencias tecnológicas, atender respuestas al resto del equipo, etcétera- conlleva que deba afrontar múltiples objetivos que tienen que realizarse de forma simultánea. Esto deriva con frecuencia en ambigüedad y agotamiento por lo que es imprescindible tener unos objetivos claros para poder lograr la necesaria sensación de objetivo cumplido, a ser posible, a diario.

La multitarea puede traducirse en la manifestación del llamado ‘síndrome de las ventanas abiertas’ que supone mantener abiertas múltiples ventanas de exploración en la pantalla del ordenador porque nos da una sensación, falsa, de productividad.

Falta de socialización

Uno de los aprendizajes que empresas y trabajadores han tenido en los dos últimos años de pandemia en que, al menos en el trabajo de oficina, la mayor parte de los empleados pudieron acogerse al teletrabajo, es la necesidad de prestar atención a la salud mental. Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha instado a adoptar medidas para proteger la salud de los trabajadores que realizan trabajo remoto.

Los dos organismos de las Naciones Unidas recuerdan que sin planificación, organización y asistencia en salud y seguridad adecuados, el teletrabajo puede tener repercusiones importantes para la salud física y psicológica y el bienestar social de los trabajadores. Puede derivar en aislamiento, agotamiento, depresión, violencia doméstica, lesiones musculoesqueléticas, fatiga ocular, aumento del consumo de tabaco y alcohol, exceso de tiempo sentados ante una pantalla, y causan un aumento nocivo de peso.

Es clave que el trabajador híbrido encuentre tiempo en su día a día para mantener una actividad física moderada y que cuente con medios de socialización con el equipo. Sentir el aislamiento hace que se pierda la pertenencia de grupo y se difumine el compromiso.