La Inteligencia artificial no puede con el vehículo autónomo

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El vehículo autónomo en vía pública sigue siendo un fracaso. Por el momento hasta 2023 todos los intentos de incorporarlos al tráfico general no consiguen, ni siquiera en las pruebas piloto, acercarse y mucho menos igualar las prestaciones que le ofrece el conductor humano.

VEHICAUTON

Tanto las marcas automovilísticas como los centros de investigación científicos y universitarios no han conseguido que tanto en la pausa de las pandemias como en el fervor de la inteligencia artificial se hayan aportado tecnologíes o reglamentaciones que consigan garantizar una mejora en la circulación y en la seguridad vial con la incorporación de vehículos autónomos, ni tan siquiiera carriles especiales en las autopistas o autovías. Por el momento se contemplan más como un estorbo que como un avance. En tal sentido reproducimos el artículo que Xavi Casinos publicó en la Vanguardia de Barcelona el 7 de Noviembre de 2023 que nos pone al día de las experiencias en curso.

"California decidió hace unos días detener las pruebas que la Compañía Cruise venía realizando en coches sin conductor en varias ciudades, especialmente en San Francisco, donde los vehículos autónomos han protagonizado repetidas indicencias, como accidentes o colapsos circulatorios. Horas después, la compañía paralizó las pruebas en todo Estados Unidos.

Este hecho reafirma la estrategia de Barcelona, cuyos expertos en la materia siguen con detenimiento la evolución de la tecnología, pero prudentes en el momento de dar pasos adelante para su implantación. Y es que, hoy por hoy, la inteligencia artificial que dirige estos vehículos no es tan lista. Aun tienen que aprender más. El software que guía los vehículos sin conductor no es un Word. Es algo mucho más sofisticado al que ,por la experiencia de San Francisco, le queda mucho desarrollo. Como ha demostrado el gatillazo de Estados Unidos, el coche autónomo está aun en fase de laboratorio. Si ha ocurrido lo que ha ocurrido en una ciudad amplia como es San Francisco ¿qué podría suceder en una ciudad densa como es Barcelona?. Los riesgos son todavía altos para que una inteligencia artificial y un algoritmo sustituyan a un humano al mando de una máquina de dos toneladas. Esto aun es cosa de cine y las series de ciencia ficción. Hasta Kitt, el fantástico coche televisivo, llevaba casi todo el tiempo el seguro de Michael Knight, el justiciero interpretado por David Hasselhoff.

Quedan muchos cabos sueltos en eso del vehículo autónomo. Por ejemplo, en un mundo de coches sin conductores  ¿quíen será el titular del seguro? ¿El propietario o el creador del software?. ¿O el fabricante?. Es un debate jurídico que deberá produicirse en cualquier momento. ¿Cómo deberá dar el alto la Guardia Urbana a un coche autónomo? Y no hablemos de esos casos éticos que alguien ya ha planteado sobre cuál sería la decisión del algoritmo si debe elegir entre atropellar a un niño o a un adulto. ¿En este mundo de Kitt tendrá sentido robar un coche? ¿Para qué? De momento, según dicen los técnicos, hay que ir aprovechando aplicaciones que pueden ayudar a la conducción, como determinados tipos de alerta o la asistencia en los aparcamientos. Para el resto, weait and see, a la espera que futuros softwares y algoritmos avancen en su fiabilidad.

En Boston, otra ciudad que se ha entregado a las pruebas de los coches sin conductor, uno de los problemas ha sido circular por unas calles por las que no es fácil hacerlo ni siquiera con un conductor humano.Incluso se rumorea que se ha moderado su impulso , tras un informe entre cuyas conclusiones estaría que a la gente le gusta conducir. A ver si resultará que algo tan primario va a frenar el desarrollo de esta tecnología o es tan solo una cuestión cultural o generacional.

En cualquier caso, está bien que en Barcelona se lo tomen con cuatela. Es aquello de que los experimentos, con gaseosa.